Silencios que hablan

Es curioso oye. Tanto demócrata preocupado por las trágicas e irreparables consecuencias que pudiera deparar a la nación el proyecto de Estatut y parece que se han quedado todos mudos de repente.
Por supuesto me estoy refiriendo a las “no reacciones” frente a las declaraciones del teniente general Mena que le han supuesto la sanción más grave impuesta a un militar de rango en democracia.

Que un militar que además es el máximo responsable del Ejército de Tierra se permita interpretar de forma “sui géneris” la Constitución y se atribuya prerrogativas que, ni en primera instancia ni en su interpretación le corresponden al ejército, es algo sumamente preocupante sobre el estado de la salud y de cultura democrática de este país.
No es que me vaya a sorprender, claro.
El ejército no sólo es un reflejo del resto de país si no qué, por provenir de donde proviene, y por muchos esfuerzos que se hayan hecho en los últimos 25 años, sigue siendo el depositario de las ideas y principios más reaccionarios que la dictadura le inculcó durante casi setenta años.

Participo en un par de foros. Vale que son de temática muy concreta, pero en ellos se trata habitualmente de todo tipo de temas generales. Sorprendentemente, pasadas 48 horas de las declaraciones y 24 de la rápida (pero a mi juicio tíbia) reacción del señor ministro, ningún comentario he leido sobre el particular.
Tanta invocación a la Constitución que se ha hecho especialmente sobre cuestiones de Euscadi y de Catalunya, pudieran hacerme pensar que, frente a declaraciones de este tipo, saldrían raudos y veloces los demócratas-constitucionalistas alzando su voz.
Pués no, oye. Mudos como piedras.
Será que hay muchos más pseudo-democrátas que bajo la bandera de defender la Constitución cerrarían los ojos -cuando no apludirían- ante un atentado contra la Constitución misma como el que el Tte. Gral. Mena -nada sútilmente- amenazaba?

El tiempo nos ha venido a dar la razón a los que desconfiábamos ya entonces, de una Constitución redactada bajo el punto de mira y la supervisión directa de los militares.